jueves, 14 de noviembre de 2013

Los Aztecas



Los Aztecas eran otra etnia perteneciente a los pueblos del sol y se asentaron en la cuenca de Mexico en el siglo trece, esta tribu nómada que do impactada al ingresar al territorio de Teotihuacán y observar las pirámides ya edificadas, ellos pensaron que estas majestuosas construcciones solo podían ser obra de los dioses, pero hasta la fecha no se tienen registro de cual fue la tribu que las edifico antes de la llegada de los Aztecas.

Los Aztecas heredaron el territorio que fue habitado por una tribu temida por sus rasgos salvajes, estos eran los Toltecas que habitaron el territorio en el siglo doce, pero la tribu recién llegada no temía a la rudeza del pueblo Tolteca, al contrario eran como una guía a seguir para edificar su nuevo mundo,



La edificación de la metrópoli Azteca.

Cuenta la historia que los Aztecas en su búsqueda de establecerse como una población totalmente jerarquizada, observaron un águila posar en un cactus dentro de un lago, para ellos esa era la clara señal de que los dioses ordenaban construir ahí su ciudad. Esta ciudad tendría como nombre Tenochtitlan que tardaría años en edificarla debido a la complejidad del terreno ya que se edificaría toda una serie de islas dentro del lago, para los constructores la mega ciudad no fue tan placentera ya que tuvieron que realizar arduas labores para concretizar su objetivo, para ello los Aztecas realizaron una serie de canales que administraría los conductos de agua, logrando estabilizar una serie de cuadros de tierras divididos por trazos de agua que se colaban del lago, estos cuadros se denominan chinampas, las cuales proveían de alimentos al pueblo azteca, ya que una chinampa podía producir hasta siete cosechas por año, lo que jamás podría producir un agricultor en tierras áridas.



Los Aztecas se caracterizaron por ser los mejores constructores de Centro América, debido a la magnitud de genialidades que lograron realizar en Tenochtitlan, pero también el pueblo Azteca tenía un distintivo impactante debido a su adoración con el dios sol, esta tribu también se caracterizó por los excesivos sacrificios que ofrendaban, ya que tenían la costumbre de agradar a los dioses a coste de agua preciosa “la sangre humana”, la vida de hasta 20,000 indígenas terminaría por la compulsión de estas ofrendas, los templos eran cubiertos con sangre, los cuerpos arrojados por las gradas de estos mismos y los cráneos era parte de las exhibiciones, pero toda estas prácticas ancestrales llegarían a su fin con la llegada de los españoles y de ahí quedaría todo un imperio reducido a escombros y aplastado por las nuevas construcciones de un pueblo conquistado.





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