miércoles, 21 de agosto de 2013

Agua de las rocas...


La vida del ser humano conlleva una serie de necesidades que por obligación se les debe satisfacer para subsistir, exigencias fisiológicas como dormir, comer, evacuar desechos y una de las más importantes la absorción de líquidos vitales para nuestra hidratación. El agua es el primer elemento líquido que el cuerpo humano necesita para dar un buen funcionamiento a nuestros órganos. En la actualidad no tenemos problemas con la búsqueda y extracción de dicho elemento el problema más común que afecta a grandes continentes es la escases de este. También es preciso mencionar que los seres humanos cuando nacemos somos 83% agua, a medida que crecemos, el porcentaje disminuye para hasta llegar a un 60% en el hombre adulto y 45% en la mujer, este porcentaje de agua es localizado en la sangre, en el sudor, lágrimas y en cada una de nuestras células por lo cual participa en todas las reacciones químicas que produce.

Las plantas por ejemplo se alimentan gracias a que este líquido disuelve minerales que se encuentran en la tierra y que necesitan para alimentarse, desarrollarse y proporcionarnos las hojas, flores o frutos que disfrutamos, en algunos animales tales como las medusas, por ejemplo, están constituidas por el 99.5% de agua, un pez lleva entre su cuerpo un 80% de agua, un elefante es 70% agua y así son miles y miles de seres vivos quienes están compuestos casi en su totalidad de agua, por lo tanto requieren de este vital recurso para poder seguir en el camino de la vida, lastimosamente no todos tenemos la genética para sobrevivir con agua salada y hay que recordar que de todo el volumen de agua en el mundo apunta a que un 97% es salada y 2% está congelada, lo cual nos deja únicamente con un mínimo 1% para abastecer las necesidades humanas de todo el planeta. La destrucción que el ser humano ha hecho por siglos no ha llevado a escasear este líquido, a diferencia de los pueblos primitivos que veían mas como reto la extracción de fluidos vitales para sus tribus.

¿Pero cómo se extraían el agua las tribus nómadas?

La habilidad del agua subterránea para disolver los minerales de las rocas y redistribuir grandes cantidades de masa disuelta tiene importantes aplicaciones en la génesis química, economía de la mineralización y trabajo geológico en general y es la clave para el transporte de materiales y calor en procesos metasomáticos. Los persas 800 A.C., desarrollaron un sistema de extracción por medio de túneles y canales que drenaban por gravedad, llamados Kanats. Hay gran número de Kanats, aún funcionando que cubren regiones áridas del sudoeste de Asia y Afganistán.

Una habilidad que dio paso a la edificacion de un gran imperio que se mantuvo hasta la conquista de Alejandro Magno en el 331 a.C., luego un ejemplo similar de supervivencia se da en los relatos de la Biblia, ejemplo que es muy cuestionado por la similitud de extraer agua de las rocas como en Persia.


(Éxodo 17)
17 Los israelitas se fueron del desierto de Sin, y se detenían en cada lugar que Dios les ordenaba. Al llegar a un lugar llamado Refidim, acamparon pero no encontraron agua, 2 así que le reclamaron a Moisés:
—¡Tenemos sed! ¡Danos agua!
Moisés les contestó:
—¿Y por qué me reclaman a mí? ¿Por qué dudan del poder de Dios?
3 Pero era tanta la sed que tenían, que comenzaron a criticar a Moisés. Le dijeron:
—¿Para esto nos sacaste de Egipto? ¿Para matarnos de sed, junto con nuestros hijos y nuestros animales?
4 Entonces Moisés le pidió ayuda a Dios, y le dijo:
—¿Qué voy a hacer con esta gente? ¡Poco les falta para matarme a pedradas!
5-6 Dios le contestó:
—Quiero que lleves a los israelitas hasta la montaña de Horeb. Allí estaré esperándote, sobre la roca. Tú adelántate, y llévate a algunos de los jefes del pueblo. Llévate también la vara con la que convertiste en sangre el agua del río Nilo. Cuando llegues allá, golpea la roca con la vara. Así saldrá agua de la roca, y todos podrán beber.

Moisés hizo todo esto en presencia de los jefes del pueblo. 7 A ese lugar le puso por nombre Meribá, que significa «reclamo», pues el pueblo le había reclamado a Dios. También lo llamó Masá, que quiere decir «duda», porque habían dudado del poder de Dios para cuidarlos.

Partiendo de estos dos ejemplos conocemos unos procesos de purificación natural del agua por medio de las piedras incluso la misma tierra, aunque al final la similitud de los textos históricos tiene diversas variables, cabe mencionar que la Biblia expresa oraciones metafóricamente y habría que resolver la interpretación para decir que Moisés hizo más que solo tocar la roca para que de ella vertiera agua, proceso menos complicado al que realizaron los Persas para extraer el liquido.

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