jueves, 22 de agosto de 2013

Las guerras médicas

Las guerras médicas fueron unos de los combates más feroces disputados por intereses propios de imperios sedientos de poder y tierras, también fueron los más importantes para que los imperios occidentales conservaran su identidad y no fueran esclavizados.

¿Pero cuál era la intención de Persia en apoderarse más territorio y por qué principalmente el odio contra Atenas?

Los escritos hablan que las intenciones de Darío estaban dirigidas al control del mar. Quería obtener la hegemonía del comercio entre el Mediterráneo y la India, una estrategia fundamental para sostener la viabilidad de su vasto imperio. Para ello, empezó por fomentar el comercio con el conquistado Egipto; reabrió el canal entre el Nilo y el golfo de Suez (que se supone fue construido hacia el año 1900 a.C., bajo el reinado del faraónAmenemhet I) y estableció normas administrativas a sus satrapías (las provincias en las que estaba organizado el Imperio persa) para favorecer los productos egipcios. Esto perjudicó de forma notable al comercio griego, ya que Egipto era el principal exportador de trigo a las polis, e hizo perder peso especifico a los comerciantes jonios del Asia Menor. Por otra parte, los fenicios, que habían visto con malos ojos la ocupación de Sardes y la subsiguiente interrupción de buena parte de su comercio con Anatolia y las ciudades del mar Negro, fueron favorecidos por Darío, cuya intención era monopolizar el comercio marítimo en el Mediterráneo, en el que habían quedado relegados a un segundo plano por los griegos. A consecuencia de todo ello, las ciudades jonias, que se hallaban en régimen de protectorado persa, perdieron el comercio con el mar Negro y sufrieron una profunda crisis económica que incrementó el resentimiento y las ansias de sublevación contra los persas. Por estas razones, la inclusión en el Imperio persa de la Grcia continental y la del Egeo era fundamental para la estrategia de Darío, que pretendía fundamentar económicamente un reino que no hacía más que crecer y que planeaba expandir aún más hacia el este, hacia los reinos de la India.

En 512 a.C., Darío pasó a la acción y emprendió una campaña en el continente europeo. Atravesó el estrecho del Bósforo con un espectacular puente de barcazas, ocupó Tracia y se adentró en Ucrania y el sur de Rusia tras atravesar el Danubio, utilizando una estrategia similar a la empleada en el estrecho. Su objetivo era controlar el mar Negro y convertirlo en un "lago persa"; para ello, necesitaba dominar las orillas de este mar y regresar a Persia por el Cáucaso, pero ante la feroz resistencia de los bárbaros escitas, tuvo que regresar por donde había venido.

Quien diría que la historia revelaría un dato muy importante acerca de las guerras médicas, y principalmente la que genero el imperio Persa contra Atenas, una de las grandes batallas generadas por el incumplimiento de un contrato.

Nos trasladamos 50 años antes de que el imperio Persa desatara su odio contra Atenas.

Atenas tenia un enemigo antiguo y no era principalmente Persa, si no que u pequeño imperio llamado Esparta, el cual le genero muchas rivalidades hasta llegara a declarase la guerra, Atenas amenazada por esta monarquía decide aliarse con Persa para derrotar al enemigo espartano, Persa acepta ofrecerle ayuda pero a cambio de que ofrendasen “tierra y agua”, un ritual muy sencillo e insignificante para los griegos, pero no para los persas, ya que eso significaba que a cambio de su ayuda ellos se apoderaría de alguna tierra y partes de mar.

Cuando llego el día de la contienda entre griegos y espartanos, Persia aún no había desplazado sus ejércitos en ayuda a Grecia, debido a eso, los griegos notaron que su basto ejercito era suficiente para expulsar a los espartanos de sus tierras, fue desde ahí que el ejército griego no necesito ayuda y les pareció que su trato con Persia carecía de valor, pero el trato estaba hecho y los persas enviaron mensajeros reclamando su parte pero los griegos tenía un forma muy peculiar de demostrar repudio y era arrojarlos a un pozo, esto llega a los oídos de Darío I y hace que se enfurezca a tal grado que desata la pero batalla entre oriente y occidente, Atenas tenían que sufrir el castigo no solo por irrespetar el tratado de maratón si no que a eso se le sumaron un rencor traído por el apoyo ateniense a una revolución de Jonia contra los persas 10 años antes.


La batalla de Maratón
Los atenienses pidieron ayuda a Esparta, su eterna rival, que no se la negó pero aplazó el envío de tropas debido a la celebracíon de unos juegos tradicionales. El mensajero ateniense Filípides recorrió a caballo la distancia entre ambas polis, 220 kilómetros, en tan sólo un día y medio, lo que hizo famoso y dio a que su segunda carrera, la "maratón", se convirtiera en una leyenda.

Mientras los atenienses se preparaban, la flota persa desembarcó en la bahía de Maratón, situada a unos 40 kilómetros al este de Atenas, tras el monte Pentélico. Fue una gigantesca operación anfibia, la primera de la historia de esta magnitud, y los persas se establecieron en un campamento terrestre sin prisa aparente por atacar Atenas. Los atenienses que los observaban desde lo alto de las colinas eran menospreciados por los persas, quienes ni tan siquiera los ahuyentaron. Éste fue el primer error de Datis y Artafernes, quienes dejaron que los atenienses estuvieran constantemente informados de sus movimientos. El segundo error fue consecuencia del primero: decidieron atacar Atenas por tierra con la infantería y embarcar la caballería en las galeras para desembarcarla luego al oeste de la ciudad, que quedaría así entre dos frentes; esta estrategia resultó fatal, pues los atenienses conocieron de inmediato el inicio de la larga y costosa operación de embarque de la caballería y decidieron atacar sin esperar a los espartanos.


La segunda guerra Médica
En 486 a.C. murió Darío y su hijo Jerjes le sucedió en el trono. Durante los primeros años de su reinado,Jerjes se ocupó de la represión de las revueltas de Egipto y Babilonia y se preparó para atacar de nuevo a los griegos. Envió embajadores a todas las ciudades de Grecia para pedirles <>, símbolos de sumisión. Violando el acuerdo de Corinto, muchas islas y ciudades aceptaron el vasallaje, pero no ocurrió así con Atenas y Esparta. Finalmente, en 480 a.C., diez años después de la batalla de Maratón, Jerjes decidió pasar al ataque. Reunió el más poderoso ejército que nunca se había preparado hasta entonces. Herodotolo cifra en cerca de seis millones de soldados; los datos apuntan a un cuerpo expedicionario de entre 150.000 y 350.000 hombres por tierra, unos 200.000 soldados distribuidos en 1.200 barcos de guerra y otros 3.000 en transportes diversos.


La batalla de Salamina.
Temístocles había calculado cuidadosamente su estrategia: las tropas situadas en ambas alas de la bahía debían envolver a los navíos persas y empujarlos unos contra otros para privarlos de movimiento. Según contó el dramaturgo griego Esquilo, quien participó en la batalla, los persas dispusieron sus barcos en tres líneas y atacaron al despuntar el alba. Las tres filas se dividieron en dos escuadras de tres columnas. Los griegos los esperaban en la parte más angosta del canal, donde su anchura apenas alcanza los 1.000 metros. Tal como había previsto Temístocles, cuando sus tropas envolvieron la flota de Jerjes, el caos cundió entre los barcos persas, que se obstaculizaban y chocaban entre sí, yéndose a pique muchos de ellos. La mayoría de los soldados persas no sabía nadar y, cuando caían al agua, se ahogaban irremediablemente, empujados por el peso de la impedimenta y de las armaduras que portaban.

La flota persa se desmoronó y Jerjes asistió furibundo a la masacre de sus naves. Al caer la tarde el desastre era total, y el rey persa, sin Armada, decidió que su ejército de tierra, que había incendiado Atenas, regresara a Asia, dejando a Mardonio como administrador de los territorios conquistados en Grecia. Pero el yerno de Darío fue derrotado en la batalla de Platea, lo que acabó con el sueño de los aqueménidas de conquistar Grecia.

Las guerras Médicas tuvieron una importancia psicológica decisiva entre los griegos, de tal forma que trascendieron a la historia de la civilización occidental por oponerse a lo que hubiera sido una monarquía absoluta de parte del imperio Persa, el cual hubiera acabado con la democracia y la identidad que tiene actualmente occidente se hubiera transformado a la que conocemos en oriente.

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